lunes, 16 de junio de 2008

A.M. Vielgórskaya a Gógol


Petersburgo, 5, 8 de mayo de 1847.

Amable Nikolai Vasílievich, tengo mucho que decirle hoy, pero empecemos por lo más importante para usted. Usted deseaba que el soberano leyera sus cartas no autorizadas por la censura, pero pápienka, el prin. Viáziemskii y Pletnióv son de otra opinión. Pletnióv ya, probablemente, le escribió que él le leyó esas mismas cartas al gran príncipe, y que Alexánder Nikoláevich1 convino con la censura. He aquí por qué pápienka piensa que es mejor esperar ahora, y hacer una segunda edición de su libro el año próximo, y sólo entonces intentar publicar sus artículos prohibidos, por supuesto, con el convenio del soberano. Por ahora, pápienka, el prin. Viáziemskii y, al parecer, Pletnióv quieren reunirse cada domingo para leer juntos su manuscrito, y hacer las observaciones y omisiones que les parezcan necesarios. Ahora, en cuanto a su deseo de conocer todas las opiniones posibles sobre su libro yo, al parecer, no le puedo decir nada nuevo. Sus amigos moscovitas y petersburgueses, probablemente, le escribieron de eso con detalle, y yo oí que incluso le enviaron los artículos publicados referentes a usted. ¿Y para qué‚ amable Nikolai Vasílievich, quiere conocer tanto las opiniones de los otros? Usted pues, escribe por convicción propia, y no puede cambiarla a voluntad de los otros. Por supuesto, la crítica puede serle útil en muchos sentidos, pero me parece que no debe ocuparse mucho de ésta, y que bastará si la toma con serenidad, sin buscarla por sí mismo con tanto celo. Usted hace eso, probablemente, por humildad y por el sincero deseo de vous éclairer2, pero recuerde al mismo tiempo, amable Nikolai Vasílievich, que su nombre y su talento lo obligan a ser independiente, y que debe tener cierto respeto por sí mismo y por el título de escritor, cuya importancia y altura siente usted mismo tan profundamente.
8 de mayo. Pletnióv estuvo una vez en casa con su hija, que es muy agraciada. No es muy bien parecida, pero tiene una fisonomía agradable, se ve que debe ser muy buena y sensible. Su padre, al parecer, le da la mejor educación sous tous les points de vue3. ¿Le satisface acaso mi suspicacia? Pero usted también me rogó escribirle qué me parece el joven Apráksin. Yo no lo he visto en absoluto. Estuvo una vez donde mámienka, y después se enfermó por todo el invierno, y en la primavera, tan pronto se recuperó, se marchó a Moscú. En casa todo va excelente, o sea, ahora. Mámienka sufrió de los ojos todo el invierno, y hace un mes que no sale de casa, pero ahora, gracias a Dios, está mucho mejor. Matvéi Yúrievich4 se fue a Berlín a verse con su hermano, pero regresará a casa a fines de este mes. Il a aussi été question pour nous5 marchar al extranjero, para tomar baños de mar en algún lugar del Mar del Norte o del Báltico. El doctor dijo que es muy necesario para todos, pero yo preveo de antemano que no iremos a ningún lugar, y nos quedaremos simplemente todo el verano en Pavlín6. Le escribí la vez pasada en una disposición bastante triste, de la que, gracias a Dios, me recupero poco a poco, y espero que el tiempo de verano que se acerca, actúe de modo reconfortante sobre todos nosotros. Los nervios de Sofía Mijáilovna7 y de mámienka tampoco están en su mejor estado.
¿Y cómo está su salud, amable Nikolai Vasílievich? ¿Es posible que sus insomnios continúen hasta ahora? Estos actúan terriblemente sobre los nervios. Ante todo, intente dormir y emplee todos los medios posibles para eso, y en segundo lugar, intente estar lo más sereno posible de espíritu, no piense demasiado en nosotros, en Rusia, en el destino e influencia de su libro, en una palabra, hágase un egoísta por un tiempo breve, preocúpese sólo por su salud, y al hacer eso, precisamente, se estará preocupando por nosotros, que tanto deseamos su recuperación y rápida llegada a Rusia. Si le es difícil escribir mucho, pues deje mejor su vasta correspondencia, y limítese sólo a lo necesario. No nos olvide, no obstante, en lo necesario. Pronto nos iremos a la casa de campo. La actual primavera es peor de lo común. No sé si tendremos verano este año. Mámienka no puede resistir el clima de Petersburgo, que tiene sobre ella una triste influencia, y desea mucho irse de aquí por unos meses. Acaso, nos veamos aún este verano. Si nos decidimos a algo, le escribiré enseguida. ¡Adiós, amable Nikolai Vasílievich! Todos mis parientes lo reverencian de corazón. Pápienka me encargó decirle, que no se inquiete por la segunda edición de su libro, que todo será hecho.
Que Dios lo guarde en todo.

An. Mij. V.

1Alexánder Nikoláevich Románov (hijo de Nikolai I), gran príncipe, futuro zar Alexánder II.
2Vous éclairer, estar claro.
3Sous tous les points de vue, desde todos los puntos de vista.
4Matvéi Yúrievich Vielgórskii, conde, hermano de Mijaíl Vielgórskii.
5Il a aussi été question pour nous, es también una cuestión para nosotros.
6En Pavlín se encuentra la casa de campo del conde Mijaíl Vielgórskii.
7Sofía Mijáilovna Vielgórskaya, condesa, hermana de Anna Vielgórskaya.

Imagen: Spartak Gorinov, Andronikov Cloister, 1976.