jueves, 24 de julio de 2008

Gógol a N.Y. Prokopóvich


Nápoles, 16 (28) de abril de 1847.

Hace tiempo ya que yo no te escribía. Hace tiempo asimismo que tú1 no me escribías. Si piensas (en particular, tras la lectura de mi libro2) que cambié o no soy el mismo que era antes, pues te diré que soy el mismo y amo casi lo mismo que amaba en mi juventud, aunque no le mostré a nadie muchos sentimientos atesorados; toda la diferencia está en que ahora mucho en mí se ha hecho más sencillo (no juzgues por el libro), y en que amo como nunca antes mis antiguas relaciones y a mis viejos amigos, en particular a aquellos con quienes, desde la inolvidable Niézhin3, empecé la amistad. Y por eso, escríbeme siquiera unas cuantas palabras sobre ti: ¿qué haces ahora?, ¿qué te viene a la mente?, ¿cómo vives y cómo está todo lo que constituye tu círculo hogareño, y todo lo que te rodea? Me alegrarás mucho con eso, si te es grato alegrarme. Las cartas dirígelas a nombre de Zhukóvskii4, a Francfort. Recibí una carta de Daniliévskii5, quien asimismo pregunta por ti. Él asimismo no sabe nada de ti. Infórmame asimismo, de todos los comentarios orales sobre mi libro que tengas la ocasión de oír. Yo mucho desearía conocer, lo que dicen de éste los diversos funcionarios de medio pelo, los maestros de toda clase, así como las personas que ambos conocemos. ¡Adiós! No me extiendo más porque escribo a tientas, sin saber si vives como antes en la línea 9 ni si llegará mi carta a tus manos. No seas mezquino y escríbeme más.
Te abrazo.

Tuyo, G.

1Nikolai Prokopóvich, poeta ocasional, maestro de cuerpo de cadetes, amigo de infancia y compañero de gimnasio de Gógol.
2Los Pasajes selectos de la correspondencia con los amigos.
3
Liceo de Niézhin, ciudad a la orilla del río Ostiór, donde estudia Gógol en su juventud.
4Vasílii Zhukóvskii, poeta, escritor, traductor, antiguo director de la revista El Heraldo de Europa, preceptor de la familia zarista, protector de escritores.
5Alexánder Daniliévskii, inspector de gimnasio, amigo de infancia y compañero de gimnasio de Gógol.

Imagen: Edward Moran, Moonlight Sailing, New York, XIX.