martes, 8 de julio de 2008

A.A. Ivánov a Gógol


Roma, entre 23-28 de noviembre (5-10 de diciembre) de 1847.

Muy agradable me fue sentir su mudanza epistolaria del 5 de diciembre1 respecto a mí. Usted me pide noticias de mí, y aun por escrito. Esto último no es conforme en absoluto con mi situación actual. Y por eso, si un hecho inesperado o inusitado no obliga a Sofía Petróvna y a usted a moverse a Roma antes de febrero, pues yo desearía callar, ya que sólo en eso encuentro mi salvación.
Aquí está Guiértzen. Se pronuncia fuertemente contra su último libro2. Es una lástima que yo mismo no lo leí, pero lo que lo horroriza a él me parece muy justo. Mi sobrina sintió una profunda estimación por mí debido a su carta sobre mí ahí. El padre me quería enviar dinero. La academia se avergonzó y sorprendió, y supongo que debido a eso, me envió la subvención de medio año. Grigoróvich3 está muy disgustado con usted.
Tras escribir esta carta no quería enviársela de ningún modo, dudando, si acaso le había dicho algo aquí que pudiera perturbarlo contra mí, de lo que, no obstante, no tenía la mínima intención. Si encuentra que soy orgulloso o jactancioso pues adviértalo, pero así, que no le quede nada guardado en su alma. El más profundo experto del corazón, que conoce bien a los hombres, puede equivocarse a menudo en sus cartas a su amigo más cercano.

1El 23 de noviembre (5 de diciembre) de 1847, Gógol escribe a Alexánder Ivánov desde Nápoles: "Hace tiempo ya que no tengo ninguna noticia suya, Alexánder Andréevich. Por favor, infórmeme de usted de tiempo en tiempo, de lo que sucede tanto dentro de usted como alrededor de usted. No espere de mí cartas rudas; yo ahora, incluso, no las sabría escribir, pues veo que, si es necesario reprocharle a alguien, pues sería más a mí mismo, y no a otro" (Acad., XIII, No 22).
2Varios años después, en su libro Sobre el desarrollo de las ideas revolucionarias en Rusia, Guiértzen califica los Pasajes selectos... como un "folleto servil" con el que "Gógol, el ídolo de los lectores rusos, se ganó por un instante el más profundo desprecio" (Guiértzen, t. 7, p. 220, traducción). Esa declaración molestó bastante al escritor (Gog. en las mem. de sus cont., p. 529, 533-534). El mismo Alexánder Ivánov, después de conocer los Pasajes selectos... escribió: "No sé por qué lo atacan así, ahí hay unos pasajes excelentes" (F.V. Chizhóv. Junio de 1848. Ivánov, p. 251).
3Vasílii Grigoróvich, historiador de arte, secretario-conferencista de la Academia de pintura, secretario de la Sociedad de protección a los pintores.

Imagen: Bernardo Bellotto (Canaletto), Vista al Tiber, Roma, 1743.