viernes, 9 de enero de 2009

P.A. Pletnióv a Gógol


Petersburgo, 17 de enero de 1847.

Con la presente carta terminaré contigo, nuestra labor común de publicación de tus cartas. Una vez más, para darte una idea, te presento todo en un informe general. Se imprimieron 2400 ejemp. De estos, Sheviriév1 solicitó 1200 ejemp., cuyo comerciante los tomó todos de una vez, con una rebaja de un 25 por ciento. A ti por esos ejemp. te deben quedar limpios 1800 rub. de plata, que recibirás directamente de Sheviriév. De los 1200 ejemp. que me quedaron, sólo 1125 ejemp. fueron a la venta, y los restantes 75 de regalo al comité de censura. Al principio, de la cantidad de 1125, vendí yo sólo 400 ejemp. de golpe, y la rebaja fue del 20 por ciento; y luego todos los restantes 725 ejemp. tomados de golpe, con una rebaja de un 25 por ciento. De esta forma, por los primeros recibí 640 rub. de plata, y por los segundos 1087 r. 50 k. de plata, en total 1727 r. 50 k. de plata. De esta suma, el 10 de enero te fueron enviados 750 r. de plata, y aquí hoy se te envían 205 r. de plata, y los otros 955 r. de plata. Los restantes 772 r. 50 k. de plata se fueron en los siguientes gastos: a la tipografía por los costos de la edición 556 r. de plata, por las revistas enviadas a ti a través de Ark. Rossetti2 48 r. de plata, por la expedición con transporte a Moscú de los libros en una cantidad de 1200 ejemp. 28 r. 50 k., y por el doble registro de los endosos donde Stiglitz3 1. r. 40 k de plata. Terminada esta cuenta, te informaré los detalles sobre el endoso de Prokopóvich4, del que supiste por Ánnenkov5 y me escribiste.
Prokopóvich, a principios de 1845, realmente envió a Francfort un endoso a nombre de Zhukóvskii6, para entrega a ti, dejando consigo su segundo ejemplar (secundo). Él imaginaba que tú habías recibido el dinero hacía tiempo. Se debe suponer que ahí hubo alguna confusión. Cuando yo le informé a Prokopóvich que tú no habías recibido ese dinero, él me trajo como certificado el segundo ejemplar del endoso. Yo le ordené a Prokopóvich que fuera con este a ver a Stiglitz, donde le dijeron que, si por el primero realmente no fue entregado, pues aún se podía recibir por el segundo. Y yo pues me decidí hoy mismo a enviar ese segundo ejemplar, con una carta explicativa a Zhukóvskii. Yo le ruego a él recibir el dinero y enviártelo, o explicarte todo el asunto. Tú debes, para tranquilidad de Prokopóvich y mía, escribirme con seguridad tanto una respuesta a esta carta con la mayor rapidez, como acerca de qué recibirás en el informe de Zhukóvskii.
Con el correo te envío en un paquete dos folletos: la traducción de Berg7 (que terminó hace poco en Moscú el curso universitario), El manuscrito de Kraledvórskii8 y mi biografía de Krilóv, escrita para sus obras completas, editadas en 3 tomos y que salía recién hoy. Debes decirme tu opinión sobre este trabajo mío. Si se me dio, entonces la tomaré con Karamzín9 y, finalmente, con Zhukóvskii. Sin El Contemporáneo tengo plena libertad. Y antes parecía un perro amarrado.
¡Cómo te debe sorprender la muerte de Yazíkov10! Tú viviste con él tanto tiempo. Y yo incluso, que me separé de él hace tiempo, no me puedo recobrar de este golpe. Ahora pues ya somos pocos.
En presentar al soberano tu nuevo libro todo reescrito, no se puede ni pensar por ahora11. De otro modo, con qué cara recibiré al heredero, cuando él mismo en persona, me aconsejó no publicar los lugares prohibidos por el censor, y yo, como en burla a él, me sigo metiendo. Y además quién sabe, si él no le enseñó eso al soberano quien, no deseando darle publicidad al asunto, acaso le ordenó decir de su parte, lo que yo oí de él. Mejor mira qué has. Pues tú no puedes limitarte a un solo libro sobre estos temas tan importantes, tan necesarios a todos, en particular en Rusia. Así, compuesto un libro nuevo de este género, inclúyele todo lo prohibido, como si hubiera sido escrito después; y ese manuscrito envíalo directamente a nombre de V. Peróvskii12, rogándole emplear su concurso, para que el soberano se digne a echarle un vistazo, o le encargue a alguien recorrerlo antes del censor. Entonces, en 1er lugar, nada tuyo se perderá, y en 2do, todo lo nuevo será autorizado con seguridad.
Te ruego me perdones, por que extraje tan apuradamente una conclusión injusta sobre todos nuestros aristócratas, juzgando por unos cuantos. Pero en vano imaginas, que en mi corazón no hay una fe absoluta en tus convicciones personales. Si algo parecido a eso ocurriera en mi alma, yo no me dedicaría con tanto fervor a todos tus asuntos. No, y por eso creo tanto en la santidad de tus asuntos y tus ideas, que yo mismo aspiro hace tiempo a poner mi corazón, mis ideas y mi vida a esa altura, es el único propósito de mi vida actual.
Por favor, en el momento de tu partida al Oriente, dispón en Nápoles o donde sea más cómodo de forma tal, que todas las cartas, los fardos y los otros paquetes dirigidos a tu nombre, o te sean llevados, o al menos sean conservados hasta tu regreso. Pues la sola idea, de que gasto tanto tiempo en unas cartas que se perderán en el correo, me quita todas las ganas de escribir. Si pudieras rogarle a alguien, que me informe de dónde escribes en el Oriente, si estás saludable, qué haces, cómo esperas y a dónde regresar, eso yo lo consideraría la mejor muestra de tu amistad hacia mí.
Que estés saludable. Te abrazo.

P. Pletnióv.

1Stepán Sheviriév, poeta, crítico, traductor, editor, fundador de la revista El Heraldo de Moscú, profesor de literatura rusa en la Universidad de Moscú.
2Arkadii Rossetti, oficial del ejército imperial, hermano de Alexándra Smirnóva.
3Stiglitz, banquero de Petersburgo.
4Nikolai Prokopóvich, poeta ocasional, maestro de cuerpo de cadetes, amigo de la infancia y compañero de gimnasio de Gógol.
5Pavel Ánnenkov, crítico, viajero, memorialista, colaborador de El Contemporáneo y de la Biblioteca de lectura, defensor de la teoría del “arte por el arte”.
6Vasílii Zhukóvskii, poeta, escritor, traductor, antiguo director de la revista El Heraldo de Europa, preceptor de la familia zarista, protector de escritores.
7Nikolai Berg, filólogo, poeta, traductor.
8El manuscrito de Kraledvorskii. Antología de canciones épicas y líricas antiguas checas, editado en Moscú en 1846).
9Nikolai Karamzín, escritor, historiador y traductor.
Piótr Pletnióv no escribe sobre Nikolai Karamzín, pues no encuentra apoyo en la familia del escritor. Sobre Vasílii Zhukóvskii publica en 1852 los artículos Vasílii Andréevich Zhukóvskii y Sobre la vida y la obra de V.A. Zhukóvskii.
10Nikolai Yazíkov, poeta, miembro del círculo pushkiniano, amigo cercano de Antón Delvig y Nikolai Gógol, entre otros escritores.
11Gógol insiste en que “el soberano debe ver todas las cartas no autorizadas por la censura” en su carta a Piótr Pletnióv del 24 de diciembre de 1846 (5 de enero de 1847).
12Vasílii Peróvskii, general, hermano del escritor Alexánder Peróvskii.

Imagen: Nikolay Antonov, Beginning of Winter, 2005.